¡Come choclo... come torta! (Primera parte)


Miércoles 2 de setiembre, siendo las 5:30 de la tarde, parte posterior del Museo de la Nación, paralela de la Av. Javier Prado, casaca apoyada en el hombro, sonrisa natural o quizá del momento, paso lento y seguro, los 90 kilos no le permiten más velocidad... era el desplazamiento del conspicuo Carlos Viacava sobre la acera de ingreso al centro de trabajo... Cinco minutos después... ¡caaarro a la visssta! Era el deportivo 2 puertas, color blanco... haciendo juego con la melena del conductor de turno, el viejo... ¿o la vieja...? ¿el abuelito...? No, no, no... Era yo, que en hora punta tenía que recoger a mis compañeros conspicuos.

Fueron los primeros encuentros de una noche más... inolvidable como las pasadas... Y es así pues nuestros encuentros no deben quedar en el olvido. Deben ser recopilados y escritos en piedra y juntarlos en el rincón especial de los hechos de vida. Importantes porque participa mi Promoción, mis hermanos conspicuos... las llamadas de los legionarios... Un compartir de verdadera, perseverante y eterna amistad.

En unas compras rápidas, sin perder el elegante piropo a las vendedoras, la torta de la fiesta ya estaba lista... Caminábamos con Carlos rumbo al Max 5... En minutos nos encontrábamos en el horripilante tráfico limeño de las 6:30 de la tarde en la Javier Prado... desesperante... pero de cada veinte palabras del loco, diez son para sonreír, entonces el tiempo corría con el apropiado acorde de conversaciones, bromas y llamadas desesperantes de Hernancito que tenía miedo de pasarse en el carrito... "Bájate carajo en la Petit Thouars"... "En el grifo Repsol, no te vayas a pasar y estamos jodidos..." El vocabulario ya saben a quién pertenece... eran las indicaciones para Goyito, que como todo un excelente informático las entendió.

Llegamos los tres al Reblagiati... Después de cumplir unas obligaciones, se iniciaba la partida hacía casa de Miguelón. Tres cuadras de risas y alegrías pero de pronto... todo ello se paralizó, al ver que nuestro Max 5, fiel copia del de Meteoro, se apagó y no quería prender... ¿Se imaginan al Loco callado y serio? Y una sola voz se escuchó: “Bueno muchachos... ¡creo que tienen que empujar...!” Lisuras del loco, sonrisas nerviosas de Hernán, y posibles rezos en mi mente para que el carro prenda... Micros, autos, combis y demás tocaban sus bocinas, desesperados por avanzar... mis hermanos conspicuos empujaban y empujaban, humo blanco rodeó sus cuerpos y perfumó sus ropas... los vendedores de carretilla les gritaban: “¡COME CHOCLO, colorao, pa’que empujes más fuerte...!” Y ya... ya... ¡ya! ¡Prendió! En veloz subida al auto reiniciamos el camino.

Ya encima de la Vía Expresa el loco quería enamorar a unas bellas chibolitas de un carro vecino... Goyito sonreía, su propia torta tuvo que llevarla cargando todo el viaje... disculpa Goyito... Yo mirón, piso mal el embrague y... ¡carro apagado nuevamente! El loco bajando del carro y las niñas sonriendo y burlándose de él... besitos le lanzaban... Era un chongo de risa... en casi 35 años que conozco a Carlos nunca lo vi nervioso y callado por más de 10 minutos... Hernán era pura lágrima de risa, escondiendo su cara tras la torta... yo lloraba como un niño de carcajada en carcajada... Así así pasaron largos minutos y despacito llegamos donde Miguel... En los últimos tramos, con murmullos de silencio adolorido, Carlitos decía: "¡Carajo! ¡A mis 42 años empujando tu carro! ¡Esto no estaba en el contrato...! ¡Y todavía esos mier... quieren que COMA CHOCLO...!"

(Continuará...)

Harry

Comentarios

  1. Lo más jodido debe ser que cuando estes ciriando a unas chicas se te apague el coche y a empujar.
    A comer choclo
    jajajaja
    Juan Vilchez

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  2. QUE BUENA JUAN,LA PROXIMA REUNION A COMER CHOCLO CON CEBICHITO, NO ENAMOREN A LAS CHICAS CON CARROS VIEJITOS, METEORO ES DEL 78 IMAGINENSE
    PROMO

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